martes, 20 de septiembre de 2011

Freddie Mercury y Mary Austin - parte 2


Freddie y Mary Austin 70's y 80's

Fue después de haberse mudado a su segundo piso, en Holland Road, cuando Mary comenzó a sospechar que algo iba mal en su relación de seis años. "Incluso aunque yo no quisiera admitirlo plenamente, me había dado cuenta de que pasaba algo. Aunque no sabía lo que era decidí discutirlo con Freddie y se lo dije. 'Algo pasa y me siento como una soga alrededor de tu cuello. Es hora de que me marche'. Pero insistió en que no pasaba nada. Luego su vida alcanzó un ritmo vertiginoso tras el éxito de los albumes y los singles".
"Las cosas nunca volvieron a ser iguales. Nuestra relación se enfrío. Yo sentía que evitaba cualquier confrontación conmigo. Cuando yo volvía a casa del trabajo él no estaba. Siempre llegaba tarde. La situación era obvia. Simplemente ya no estábamos tan juntos como lo habíamos estado".

Cuando Freddie se convirtió en una celebridad internacional, Mary pensó que lo perdería por culpa de otra mujer, pero nunca por un hombre.


Pero llegó el día en que Freddie le comunicó que tenía algo importante que decir, algo que cambiaría su relación para siempre: "Él dijo, 'creo que soy bisexual', yo le dije 'creo que eres gay'. Y no se dijo más. Sólo nos abrazamos. Pensé que había sido muy valiente. Como soy un poco ingenua me llevó bastante tiempo darme cuenta de la verdad. Después, él se sintió bien por habérmelo dicho. Me dijo 'era consciente que tenía otra alternativa, no decírtelo, pero creo que tienes derecho a tener tu propia vida'. Y pensé 'sí, al igual que tú tienes derecho a la tuya' " (Mary Austin).

Mary Austin decidió que era hora ya de marcharse, pero Freddie insistió en que no debía alejarse mucho de él. "Con el tiempo encontramos una casa cerca de donde él vivía, que quería que yo me quedara. Era perfecta para una persona soltera como yo. Su empresa discográfica me la compró por 30,000 libras. Podía ver el piso de Freddie desde mi cuarto de baño. Pensé, 'oh, nunca me voy a escapar'. Pero no me importaba. Era muy feliz allí. Era pequeña, pero me gustan los lugares pequeños. Mi familia era muy pobre. Éramos cinco y mis padres lo pasaban realmente mal para llegar a fin de mes. La vida siempre fue una lucha para ellos" (Mary Austin).

A Freddie le emocionó tanto como a ella la llegada de su primer hijo y solía visitarla en el hospital. Enseñó al pequeño a decir sus dos primeras palabras 'tractor' y 'guitarra'.

Ahora su generosidad ha permitido a Mary educar a sus hijos en colegios privados. Mary Austin dice: "De alguna manera creo que a una parte de Freddie realmente le habría gustado la vida familiar, un hogar feliz e hijos. No sé qué tal habría sido como heterosexual. Al principio solía pensar que le había perdido por ser gay. Pero creo que aunque hubiese sido completamente heterosexual habría acabado perdiéndole por otra mujer, especialmente cuando llegó la fama. Las mujeres le seguían a todas partes, aunque sospechasen que era gay".

La proximidad de la pareja siempre causó problemas a los demás. Ninguno de los novios que tuvo Mary cuando dejó de vivir con Freddie en 1980 duró mucho.
Pronto se daban cuenta de que tenían que compartir el cariño de Mary con la estrella de rock y ese especial lazo de lealtad e íntima amistad jamás pudo ser penetrado por un recién llegado.

Incluso el padre de los dos hijos de Mary, el pintor Piers Cameron, acabó decidiendo que esta especial situación era demasiado y terminó desapareciendo de la vida de Mary por completo. "Siempre se sintió eclipsado por Freddie", dice Mary. "Fredie había ampliado tanto el horizonte de mi vida introduciéndome en el mundo del ballet, la ópera y el arte. Aprendí tanto de él y me dio tanto. De ninguna manera podría jamás abandonarle. Nunca".

Como otra forma de mantenerla próxima a él, Freddie creó un trabajo para ella, haciéndola secretaria de su empresa discográfica. Tras su muerte, le llevó a Mary mucho tiempo hasta que aceptó que Freddie había salido definitivamente de su vida.

Cinco años tuvieron que transcurrir hasta que fue capaz de dormir en su enorme dormitorio amarillo. Antes se había sentido incapaz de tocar nada en esa habitación. "Había pasado tanto tiempo con él estando enfermo y había tantos recuerdos en aquella habitación. Recuerdos de él sufriendo. Sólo veía este hombre tan frágil, tumbado en la cama y recordaba todas las pequeñas cosas que solía hacer por él. Como peinar su pelo, por ejemplo".

"En aquella época realmente sentí tanto amor por él. Esos eran los momentos que recordaba cada vez que miraba a su cama. Me sentaba todos los días junto a su cama durante seis horas, tanto si estaba despierto como si no. A veces se despertaba de repente, sonreía y me decía "oh, eres tú, vieja fiel".



Fuente: Daily Mail (Enero 1999)
Archivo imágenes: Fred Mercurio

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